What's up?
Perdonad que haya tardado tanto tiempo en actualizar. Sí, sigo viva.
Hoy vengo con un texto que tuve que hacer para el colegio la semana pasada y que considero que es interesante y me quedó bastante bien. ¡Espero que lo difrutéis!
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Crecer con ritmo
Es
difícil encontrar alguien a quien no le guste la música. A todos nos gusta un
tipo u otro de música. ¿Entonces, por qué los adultos –profesores y padres- no
ayudan a que los niños disfruten más de ella des de pequeños? La música es algo
bueno, algo que ayuda mucho a la formación de la persona: des de lo emocional
hasta cosas más prácticas como son las matemáticas y las lenguas.
La
música, aunque no lo parezca, es algo infravalorado en nuestra sociedad. Los
padres, en general, no ayudan a sus hijos a tener una buena formación musical.
A todos les parece magnífico, interesante y genial que otro niño estudie música
fuera del colegio, pero su hijo no, que no le va a servir de nada en la vida. Tampoco
se les enseña historia de la música: cada época su música y para qué mirar al
pasado con el gran futuro electrónico que tenemos por delante. No le dan
importancia a la asignatura de música del colegio, si el niño suspende no pasa
nada, es música y no es nada importante. Tal vez en casa se le de poca
importancia a esta asignatura porque tampoco se le da la necesaria en el
colegio. Y viceversa.
Sí,
efectivamente, en el colegio se le da poca importancia a la música. No es una
asignatura de la que los alumnos deban examinarse continuamente como lenguas,
historia o ciencias, pero sí que se debería aumentar el número de horas de
educación musical. Muchos de los profesores de música de primaria son
profesores mediocres, que enseñan lo básico a los alumnos y de cualquier forma.
A todo niño que haya pasado por un colegio en la que se enseñe música
mínimamente, le habrán hecho llevar a clase la biografía y las obras más
importantes de aquel olvidado Wolfang Amadeus Mozart, pero muy pocos habrán
podido disfrutar (gracias al colegio) de la magnificencia de su música. Con
tanta importancia que le da todo el mundo a las famosas matemáticas o lenguas
(asignaturas que a un alto porcentaje de la población infantil les aburren y no
se les dan bien) se debería fomentar el aprendizaje de música en las escuelas,
ya que esta ayuda al desarrollo de las lenguas y las matemáticas. Incluso,
muchos de los niños que estudian música leen más que los que no (aunque siempre
hay excepciones).
De
esto último, de la mejora en lenguas y matemáticas no se puede dudar. Se han
hecho muchísimos estudios científicos que lo demuestran e incluso yo sola por
mi cuenta puedo demostrarlo. Mis padres desde siempre quisieron que yo tuviera
una buena formación musical (tal vez porque ellos no la tuvieron) y la tuve.
Empecé estudiando música fuera del colegio cuando tenía seis o siete años,
comencé con expresión musical y corporal y en un año ya empecé a tocar el
clarinete en la escuela de música de mi ciudad. Tuve la suerte de tocar con
gente más mayor que yo y en una buena big
band juvenil –concepto que los niños de hoy día y me arriesgo a decir que
muchos adultos no conocen-. Dejé de tocar cuando empecé mis estudios de
educación secundaria y desde entonces no leo mucho y temo más a las matemáticas
que a la muerte.
Sí,
este es un ejemplo puntual, mío, concreto, pero este, junto con el de otros
muchos niños confirman los estudios que he mencionado.
No
logro entender por qué se infravalora la música. Es cultura general, sirve para
entender un poco mejor la vida. Para entender el cine e incluso para entender
algunos chistes y parodias de esas series que nos gustan a todos. ¿No podría
ser la música una gran asignatura que los niños adoraran? ¿No podría ser la
música algo que los niños adquirieran por algo común? Es decir, un tema que
diera pié a una conversación con fundamento, con pies y cabeza.
Estaría
bien que se educara a los niños en el mundo del lenguaje musical correctamente,
que los niños aprendieran a leer una partitura simple, que sean capaces de
escribir al menos cuatro compases coherentemente. Estaría bien que los niños entendieran
de harmonía, de musicalidad, pero eso es un mundo muy lejano. Enseñar historia
de la música no es tan complicado. Que un adolescente no conozca a Janis Joplin
hace que se me remueva el estómago y que un niño nunca haya sentido la magia
del jazz o el blues me entristece mucho.
La
música es algo que nos rodea a todos, que está presente en nuestras vidas, en
unas más que en otras, pero está presente en la de todos. Y podría ser algo que
fascinara a más gente de a quien fascina, porque es algo mágico. Y muchos
descubren su pasión por la música solos, cuando notan que les falta algo, pero
a otros se la podríamos mostrar, empezando por fomentar la educación musical en
los colegios para que generación tras generación, mucha gente transmita sus
conocimientos y sus sentimientos musicales.
Y
me queda por aclarar que la música no es solo el conocimiento del lenguaje y la
historia, también es la escucha variada de esta.
Que la fuerza os acompañe.
C.